Hoteles adaptados en Lhasa

El encargado es un hombre amabilísimo. Antes de ir nos facilito la identificación de un guía, Jimmy, que nos gestionó los permisos de entrada al Tíbet, nos facilitó la compra de los billetes de tren para llegar hasta Lhasa nos acompañó a las vistas en que es imprescindible acudir con guía local. El hotel es una preciosidad, lleno de telas decoradas al estilo tibetano, como la ciudad en sí misma. Y tiene una terraza con unas espléndidas vistas de Potala donde tomar una cerveza que el propio hotel tiene frescas en la recepción.