Hoteles de playa en Como

Todo en general, muy limpio y ling nos dejo unis muffins, creps y galletas para desayunar. Es un apartamento mega comodo, dos baños.

El lugar en si es bonito, por fuera y dentro. Es nuevo, entonces las instalaciones son nuevas. Queda a 20 minutos del centro caminando. Camas cómodas, todo muy limpio. Tiene duchas y baños adentro de la pieza pero hay 3 wc y 3 duchas así que está súper!. Yo tenía desayuno incluído en la reserva y estaba ok, un croissant con Nutella y capuccino muy rico. Los camarotes bien ubicados, había calefacción, hacía mucho frío afuera y llovía, así que se agradece que estuviera funcionando bien ese tema. Buena iluminación de las piezas y ventilación. Carmen la recepcionista, muy amorosa y atenta a las necesidades de los huéspedes.

El hotel está ubicado en un pueblecito tranquilo entre la ciudad de Como y Bellagio. Está situado justo delante del lago Como, a apenas unos pasos de la orilla. En la recepción nos recibió Pamela que no pudo ser más encantadora. Nos dio muchas recomendaciones y nos hizo sentir como en casa (además habla perfectamente español). Nos quedamos en un apartamento precioso con vistas al lago. Merece la pena pagar un poco más y poder disfrutar de las vistas. El apartamento era muy espacioso y está muy bien decorado (en el estilo de los años 70 pero con mucho gusto). No nos dio tiempo a usar la cocina pero tenía un buen tamaño y todo lo necesario para cocinar. El hotel tiene parking incluido lo cual es muy importante en esta zona. Nos gusto mucho que tienen una pequeña playa con tumbonas para disfrutar del lago y un centro de deportes acuáticos justo delante del hotel que nos permitió alquilar una lancha a motor (con un 10% de descuento por ser huéspedes del hotel). No hace falta tener carnet de patrón y dar un paseo por el lago es una de las mejores cosas que pudimos hacer (¡y allí costaba la mitad de los que nos han pedido en Bellagio!). La piscina también está muy bien aunque era octubre y el agua estaba fría (en realidad debía estar ya cerrada como había buen tiempo la tenían aún abierta). Desayunamos en una especie de invernadero acristalado desde el que disfrutas de unas vistas estupendas. El desayuno está muy bien (en especial los croissants y los huevos y comida caliente que te hacen momento). No llegamos a probar el restaurante y el bar porque al ser final de la temporada y entre semana ya estaban cerrados, pero el bar tenía muy buena pinta. En definitiva es un sitio muy agradable para pasar unos días en plan romántico o familiar.

Muy amables dueños A 1 minuto de estación de ferrys

Localización, instalaciones, personal y restaurante.

Casa muy acogedora, su dueña nos trató muy bien, además de dejarnos visitar un huerto que tiene junto al lago.