Hoteles boutique en Logroño

El desayuno y la atención de la muchacha a cargo del desayuno fue muy buena .

Las vistas hacia el puente de piedra, sobre el Ebro. La incorporación en el interior del hotel, de una parte del patrimonio arquitectónico del lugar.

La ubicación; el trato del personal, superatento; la limpieza, las camas.

Ubicación y habitación muy amplia,cómoda y limpia

Parking facil. Cerca al centro. Habitaciones cómodas.

El hotel tiene aparcamiento, la tienda y restaurante comparten otro. El hotel es pequeño en capacidad( 21 habitaciones) pero tanto el interior como el exterior son alucinantes. INTERIOR DEL HOTEL Entras a recepción que aún estando a ras de calle curiosamente es la planta cuarta, tienes detrás un pequeño restaurante con 8 mesas donde se dan las comidas. En este hotel lo curioso es que no subes a las habitaciones sino que bajas y lo haces en un ascensor panorámico que te muestra la bodega donde guardan las barricas. Todas las habitaciones tienen ventanas con vistas espectaculares a los viñedos. El baño de nuestra habitación tenía puerta de cristal y la ducha era como un pequeño spa, banco de madera y varios chorros de agua que podías mover y una ducha tipo lluvia. La cama era extra grande y muy cómoda, armario, televisión y un ipad para ver diferentes informaciones del hotel. EXTERIORES Desde que sales del hotel todo es precioso, viñedos inmensos, monumentos al fundador Victorino Eguren Ugarte, en realidad todo gira en torno a el y su mujer, un pequeño lago, una capilla y rincones preciosos que verás según paseas por los diferentes caminos. Se pueden contratar eventos varios, hay un kiosko rodeado de viñas donde se realizan bodas y se colocan sillas en el caminito que va hacia él. VISITA A LA BODEGA Hay visitas guiadas a la bodega donde explican con detalle cómo comenzó la bodega partiendo de la compra de una montaña y como alquilan"nichos" a asociaciones, empresas, familias etc para guardar el vino que les compran, ¡que mejor sitio para guardarlo! PERSONAL El personal muy amable y atento. Recomendado el menú degustacion. Es un menú bastante completo y muy bien elaborado por 35€. DECORACIÓN El hotel tiene un montón de rincones súper bonitos, decorados con mucho gusto y siempre en torno a la uva y a su fundador. P.D.

Del desayuno, lo único que resaltar quizás, es que coincidió que la fruta estaba pasada (excepto las uvas) y también teníamos expectativas de un buffet desayuno más espectacular, pero lo compensó el que nos hicieran unos huevos revueltos para chuparse los dedos.

Vino espectacular. Los postres exquisitos.

Todo excelente, las habitaciones muy cómodas y la amabilidad / trato de los colaboradores excelente. El desayuno se sirve en 5-6 tiempos y es una grata experiencia. La visita a la bodega también fue muy ilustrativa y buena. La cena excelente y la sommelier nos explicó muy a detalle todo lo asociado al vino y maridaje que caía con cada plato. Nos ayudó mucho en todo y aprendimos de sus vinos. Por último, tener una piscina y lugar de descanso justo a plantaciones de vid, fue lo máximo!

Si buscas estar como en casa en un lugar mágico, este es tu sitio!. Al entrar ya sabes que va a ser especial pero no te esperas el subidón con el que te vas a ir. Te recibe Mimi con un chute de energía alucinante y te hace entrar a lo que va a ser tu gran experiencia, todas las instalaciones con una decoracion que por mucho que veas en las fotos no es lo mismo, es flipante!, y las habitaciones nada que contar, mejor que lo descubran vuestros propios ojos. Gracias Mimi y Harold, por qué no solo hemos conocido a unos grandes anfitriones sino a unos grandes amigos. TOPE GAMA!!!! Volveremos, no cabe duda...tenemos que probar todas las habitaciones!