Este singular molino del siglo XVIII, situado entre viñedos con vistas panorámicas, ofrece cuatro plantas de alojamiento con encanto. El molino original incluye: un cuarto de ducha subterráneo con mosaicos de las Maldivas y una ventana practicable; una cocina de roble hecha a medida en la planta baja con nevera americana (agua filtrada y hielo), cocina de gas, microondas y horno; una habitación doble en la primera planta con lavabo empotrado y un pequeño armario de roble; y un salón/despacho en la planta superior, tipo «sala de velas», con sofá de cuero, televisión por satélite y vistas impresionantes. Unas escaleras de piedra sinuosas y trampillas funcionales conectan las plantas. No es apto para personas con movilidad reducida ni niños muy pequeños, pero es ideal para parejas, recién casados o familias pequeñas que puedan subir escaleras. La elegante ampliación cuenta con un jardín de invierno con puertas plegables y vistas magníficas, que da a una terraza con un gran toldo eléctrico. Hay un cuarto de ducha y, encima, una romántica habitación doble con cama king-size, escalera plegable y una ventana Velux para contemplar las estrellas. En el exterior encontrará una piscina privada en forma de riñón con escalones de acceso al jacuzzi, un jacuzzi para 6-7 personas, barbacoa y hoguera. El cobertizo del jardín, ahora convertido en lavandería, está alicatado. También hay un sofá cama y una silla cama plegable disponibles para los huéspedes que prefieran alojarse en la planta baja.