LGBTQ+ Friendly La Piccionaia se encuentra en el último piso de un edificio histórico, inmerso en los estrechos callejones que cuentan siglos de vida. En el corazón del centro histórico, como sucede en todos los lugares, La Piccionaia no es una excepción: los edificios se elevan hacia el cielo sin ascensores, solo antiguas escaleras silenciosas que, paso a paso, te llevarán hacia un rincón de belleza. El pequeño esfuerzo de la subida será ampliamente recompensado por una luminosidad única, vistas tranquilas y una atmósfera íntima y alejada del ruido de la calle. Un verdadero refugio de paz. Si buscas el alma auténtica de Génova, te esperamos "arriba", donde habita la luz y la ciudad se revela en su forma más verdadera. La terraza en la azotea, un raro tesoro entre los caruggi, te regalará una vista impresionante de la cercana Basílica de San Siro y de los tejados de la ciudad: un espacio abierto donde disfrutar de un café por la mañana, leer al sol o, degustando una copa de buen vino, disfrutar del atardecer que enciende la ciudad con mil tonos. Luminoso, silencioso e inmerso en la atmósfera intemporal del casco antiguo, La Piccionaia será el punto de partida ideal para descubrir Génova desde las alturas... con el corazón cerca de su alma más verdadera. ás verdadera.

Cada huésped que recibo no es solo un visitante, sino que se convierte en un nuevo amigo. Me gusta pensar que, una vez que se van, se llevan consigo un pedazo de Génova en el corazón. Para mí, la hospitalidad es mucho más que un gesto: es un arte, una oportunidad única para mostrar mi ciudad a través de los ojos de quienes la exploran por primera vez, ayudándoles a descubrir no solo los lugares, sino también las emociones que los hacen especiales. Para cualquier necesidad, estaré siempre a su disposición y fácilmente accesible por teléfono. Además, podré llegar en pocos minutos, ya que vivo a solo 100 metros de distancia. Durante el check-in, será necesario acordar una cita telefónica para poder acompañarlos al apartamento.

El barrio de la Maddalena es uno de los seis antiguos distritos que forman el tejido urbano del casco histórico de Génova; aunque conserva en su aspecto todas las características típicas de la ciudad vieja, la zona ha sufrido muchas transformaciones a lo largo de los siglos, lo que ha dado lugar a la imagen que nos presenta hoy. El barrio limita al sur con el barrio del Molo, al este con el de Portoria, al norte con San Vicente y al oeste con Pré. Esta parte de la ciudad se desarrolló, como suele ocurrir con los asentamientos humanos, como un pueblo alrededor de una zona de paso: la vía romana que conectaba el poniente con el levante, pasando por fuera de la ciudad.