Resorts de esquí en Erpfendorf

Todos los detalles están cuidados, excelente trato no falta de nada

Lo que más nos gustó fue la amplitud de la vivienda y la terraza.

La gentileza de su personal. El poder utilizar sus instalaciones ( wellnes) fuera de horario. Exquisito desayuno.

Lo mejor de todo el trato familiar que en todo momento procesa Alexandra, la dueña del garni. El garni tiene como hora límite para realizar el check-in, las 20.00 h y resultó que el primer día llegamos tarde por culpa de un inmenso atasco que nos encontramos causado por un accidente que obligó a cortar la autobahn. Avisamos a Alexandra por teléfono y nos tranquilizó indicándonos que no tuviéramos prisa que no había ningún problema y nos envío un vídeo demostrativo de cómo podíamos acceder a la habitación por nuestra cuenta. Si señor, así se tratan a los clientes. Nos dejó muy tranquilos sabiendo que podríamos acceder y no nos quedaríamos en la calle. Un garni al fin y al cabo es un bed and breakfast. Pues bien, el desayuno muy bueno. Embutidos, huevos, bollería, zumos, café, etc. muy bien. Las habitaciones son algo pequeñas, pero las camas muy confortables. También están muy bien climatizadas, tanto que a veces pasábamos calor a pesar de los -14 ºC que había en el exterior. Dispone de una sauna para los clientes y de guardaesquís. Muy cerca, tienda de alquiler y a pistas se puede llegar andando. También está muy cerca del centro, por lo que para ir a cenar a cualquier restaurante, se llega en un momento andando. Además, alquilamos un coche eléctrico porque en la descripción y Alexandra nos lo confirmó, decía que hay cargador para coches eléctricos lo que nos ahorró mucho dinero en consumo de gasolina. Me cobró 20 céntimos el Kwh, un muy buen precio. Usamos 70 Kwh en total y nos resultó un total de 17 € en consumo eléctrico del coche para 440 km que hicimos en el total del viaje. A pesar de estar situado en una calle principal, la zona es muy tranquila, nada de ruido. Que no os de miedo el pub que hay enfrente, no se oye ni un susurro. La verdad es que ha sido una estancia, muy, muy agradable.

Nos ha encantado el tipo de alojamiento, tipo granja, con animales, y el entorno es precioso. La comida es muy buena y casera. El establecimiento también tenía una pista de trineo la cual entraba dentro de los servicios que ofrecía, te suben a la cumbre donde hay una cabaña para tomar algo calentito y luego bajas en trineo, nos pareció todo un detalle y para los niños espectacular!!!